Suele estar ligado, en general, no solo a las libertades individuales, sino también aquellas de índole social, como el derecho a votar y a manifestar ideas políticas.
Suele estar muy comprometido con la clase obrera. Por ello, aboga por la regulación del mercado laboral, así como la protección del individuo, impidiendo la explotación laboral y la vulneración de los derechos de los trabajadores.
Se fomenta la innovación, pues no se limita la capacidad de las personas para crear ideas de negocio y generar riqueza.
Disminución de las desventajas efectuadas por la economía de mercado debido a la intervención del Estado.
Mayor libertad en las empresas para la administración de sus negocios.
Los productores más eficientes reciben beneficios y recompensas.
El libre comercio, que permite al acceso a una amplia variedad de bienes y servicios.
Innovación constante para satisfacer las necesidades del comprador.
Se promueve la igualdad de oportunidades, dado que aunque las diferencias socioeconómicas siempre existirán, una persona de bajos ingresos no está impedida de escalar en la sociedad.
Los medios de producción son de propiedad pública, por lo que sus beneficios, en teoría, se revierten a la sociedad.
Más variedad de elección para compradores y consumidores.
Aprovechamiento de las ventajas de la economía de mercado.
Promueve sociedades más igualitarias, donde no existan diferencias notables en los niveles de renta de la población.
Se respeta la propiedad privada. Es decir, los individuos no deben vivir con el temor de que, sin justificación, el Gobierno se apropie de sus bienes.
Se elimina el privilegio del bienestar individual, primando el interés general y el bienestar colectivo.