¿El título llama demasiado la atención?
¿Te mueve lo emotivo cuando lees el título o parte de la información?
¿La información tiene autor?
¿Dónde se publicó?
¿Hay publicidad encubierta?
¿Confirma mis creencias?
Las estrategias que utilizan las empresas para difundir sus productos están relacionadas con el tiempo de exposición que tenemos de ellos.
Hace referencia a la página en dónde se difunde la noticia.
Generalmente las noticias falsas buscan "encender" en nosotros emociones fuertes como repudio, odio o total compasión. Los textos periodísticos o científicos carecen del componente emotivo. Hay que tener mucho cuidado.
Las fuentes son esenciales. Deberá estar claramente identificada la persona que lo redactó, de preferencia, con referencias.
La finalidad de un título es llamar la atención, pero debemos tener cuidado cuando llaman demasiado la atención, son vistosos o hay una oración a medio terminar.
A esto se le llama sesgo de información. Los navegadores y páginas que utilizamos con frecuencia, van registrando nuestras preferencias de tal forma que, comienzan a mostrarnos solo aquello que "queremos ver" limitando nuestra visión de mundo.