Dicen que son de dos pero siempre son de una.
Una señora, muy enseñoreada, siempre va en coche y siempre va mojada.
Tengo un tabique en el medio y dos ventanas a los lados por las que entra el aire puro y sale el ya respirado
Dos niñas asomaditas cada una a su ventana; lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra
Tiene grandes pabellones, pero no tiene habitaciones