Falacia de apelación a los sentimientos de piedad.
Falacia contra la persona "ofensiva".
Falacia de apelación a los sentimientos de temor o apelación a la fuerza.
Falacia contra la persona circunstancial de intereses personales.
Falacia de composición
Falacia contra la persona circunstancial de autocontradicción.
Falacia de apelación a la autoridad individual.
Falacia de división.
Falacia de apelación a la autoridad colectiva.
Falacia de petición de principio.
En esta falacia se transfieren propiedades de los elementos de un conjunto al conjunto considerado como un todo.
En esta falacia se transfieren cualidades del todo a cualquiera de los miembros o elementos particulares del conjunto.
Esta falacia sucede cuando decimos que cierta aseveración es falsa porque quien la sostiene hace justo lo contrario de lo que dice, pero nada se argumenta con respecto a la falsedad de su aseveración.
En esta falacia, en lugar de apelar a razones pertinentes, se apela a la autoridad de una mayoría, a la tradición o a la autoridad de una minoría selecta para la aceptación de una determinada conclusión.
Se comete esta falacia cuando para defender una conclusión, en lugar de ofrecer razones pertinentes para persuadir, se aducen las consecuencias desfavorables que se seguirían en caso de no aceptar dicha conclusión.
En esta falacia la conclusión se repite en la premisa, sólo que se hace de manera disimulada, ya que generalmente la conclusión se presenta parafraseada, es decir, enunciada con otras palabras, pero en esencia afirmando lo mismo.
A ver dígame, ¿acaso usted es perfecto?, ¿nunca ha cometido errores?, seguramente no tiene hijos y por eso no me quiere ayudar, es usted un intolerante e insensible…
Se incurre en esta falacia cuando para refutar la tesis que sostiene una persona, en lugar de apelar a razones pertinentes, lo que se argumenta es que es falsa porque dicha persona se ve beneficiada o favorecida al defender dicha tesis.
Buenos días maestro, disculpe que lo moleste... lo que sucede es que vine a ver las calificaciones de Luis y me voy enterando que ya lo dio de baja de su clase, pero yo quiero que reconsidere la situación… sabe, él es el niño más bueno del mundo, alguien sumamente sensible, yo soy madre soltera y me ayuda a cuidar a su hermanito, por eso yo creo que se merece una oportunidad…
Además, como le vengo señalando, yo creo que todos merecemos una segunda oportunidad, como dice esa gran psicóloga que sale en el radio: Diana Rosales.