1
Las personas autoritarias provocan bastante dolor en el entorno que les rodea. Los individuos con estas clases de actitudes negativas son incapaces de sentir empatía por los demás, lo que los lleva a actuar únicamente según sus propios criterios sin apenas tomar conciencia de los abusos que puedan cometer sobre el resto de personas.
2
Cuando una persona se siente víctima se sumerge en un estado de impotencia que la limita a actuar y la paraliza. La mayoría de las personas que se victimizan, lo hacen porque en algún momento lo han aprendido pues han obtenido una ganancia al hacerlo; pero entran en un ciclo del que no pueden salir, bien porque es como aprendieron a relacionarse, porque obtienen algún tipo de recompensa y donde nunca es suficiente.
3
Esta actitud negativa cierra toda posibilidad de nueva experiencia en la vida, privando a la persona de la belleza y bondad que contiene. Una actitud desconfiada cierra las puertas a establecer relaciones con los demás, siempre se está a la espera de que el otro nos traicione o nos hiera.
4
Una persona impulsiva no se detiene a meditar las consecuencias de sus actos, en muchos casos acaba lamentándose por la conducta que ha llevado a cabo y que le ha llevado equivocarse. La impulsividad es un rasgo de la personalidad caracterizado por la reacción rápida, inesperada y desmedida ante cualquier situación. Se trata de una condición por la cual la persona no puede controlar los impulsos, las tentaciones o los deseos que siente y actúan sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos
5
Manipular a las personas resulta una actitud totalmente irrespetuosa que degrada la dignidad de las personas al no tenerlas en cuenta para nada. Se trata de un comportamiento egoísta que sobrepone las necesidades propias del individuo a los deseos de cualquier persona de su entorno.
6
Cuando se expresa una continua falta de respeto hacia la forma de ser de los demás o su pura existencia, estamos hablando de personas con actitudes intolerantes. Esto implica rechazo, discriminación e incluso agresión hacia el otro. El extremo de esta actitud intolerante puede ser la violencia y se expresa en misoginia, homofobia, gordofobia, etc.
7
Una persona negativa siempre ve la parte negativa de las cosas y es incapaz de apreciar el lado bueno de lo que le pasa. Lo mismo se niega a ver en sí las cosas buenas que posee, como se niega a ver lo bueno del mundo que le rodea.
8
Rumiar tus ideas sólo te hará dar vueltas en círculo y así no se avanza. Dar demasiadas vueltas a las cosas constituye una de las actitudes negativas muy presentes en nuestra sociedad. Y no por darle más vueltas se llega a mejor solución. La rumiación es una trampa mental que enreda a la persona en laberintos de pensamientos sin salida ni beneficio alguno.
9
vinculada a un comportamiento altanero, engreído y discriminador. Las personas soberbias suelen perder sus vínculos con otros debido a su posición de autosuficiencia y altivez. Las personas con las que se relacionan acaban cansadas de su soberbia que constantemente manifiestan. Aunque la soberbia a veces es una expresión de miedo que nos impulsa a evadir a los demás por temer que nos hieran o perjudiquen. Muy seguramente detrás de una persona soberbia hay una autoestima lastimada.
10
Todos sabemos que a nadie le cae bien un mentiroso; sin embargo, esta actitud es muy frecuente porque muchos buscan evadir la realidad. Quien miente deja de cumplir promesas, defrauda a los demás, engaña en diferentes proporciones y lastima a quien ha mentido.