El profesor es quien regula el ritmo del aprendizaje para transmitirlo hacia sus alumnos.
La participación del alumno no es obligatoria.
Tareas excesivas y Memorización.
Motivación del profesor hacia sus alumnos para fomentar la participación.
El respeto entre el profesor y el alumno es fundamental.
Falta de creatividad en el alumno.
Limitación del contenido a lo que el profesor considerará productivo para la enseñanza.
Disciplina, orden y valores.
Recurrir al castigo.
Ausencia de estimulación y motivación hacia el alumno para generar la reflexión, análisis y juicios propios.
La evaluación se lleva a cabo por medio de exámenes escritos, orales e incluso didácticos al criterio del profesor en acuerdo con el alumno.
Falta o ausencia de comunicación entre profesores y alumnos.