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Jugar Relacionar Grupos
1. Carácter apagado
2. Carácter alegre
3. Carácter locuaz o elocuente
4. Carácter mísero o calamitoso
5. Carácter indeciso
6. Carácter agresivo
7. Carácter amistoso y afable

Poco comunicativas, a veces parece como si sus pensamientos se encontrarán en otro lugar

• Si la pregunta abierta no da resultado, prueba con una o dos preguntas cerradas; si te responde a una de estas, insiste con una pregunta abierta para obtener más información.

Traduce todas las propuestas a términos concretos.

Si conoces a tu interlocutor, conocerás si ese estado de ánimo es el habitual en él y ya sabrás cómo encontrar la forma de tratarle

Cuando la persona no se decide, decidirás tú por ella

Si consideras que la persona permanece anormalmente silenciosa o se muestra reacia a responder, hazle una pregunta abierta y escucha atentamente su contestación.

Comunicativas que suelen estar de buen humor, resulta fácil tratar con ellas.

Debes reflejar el mismo estado de ánimo

Hay que establecer una línea clara y firme de actuación: en primer lugar, pregúntele si comprende exactamente el alcance de lo que se está hablando.

Si no conoces a la persona, hay que tener cuidado de no confundir las ganas de solucionar las cosas, la eficiencia, el espíritu de trabajo, etc., con la agresividad

Si la persona no te deja intervenir porque sigue hablando, toma nota de los puntos más favorables según vayas oyéndolos, tarde o temprano hará una pausa y entonces podrás intervenir

Se encuentran en un estado de ánimo apagado, habitualmente ese estado de ánimo se debe a alguna circunstancia.

Tomarás una determinación que te interese y le dirás que, en su momento, ya se cambiarían las cosas, si es necesario

Dominantes y agresivas que discuten fácilmente. No les importa ofender

El único modo de tratar con personas de este talante es escuchar y mantenerte a la espera de oír algo que te dé pie a decir lo que te interesa

Apenas te dejarán iniciar la conversación, se hace difícil detener su torrente de palabras. Normalmente se interesan mucho por los detalles.

Si conoces bien a la persona, podrás tratar de descubrir la razón de su abatimiento usando una serie de preguntas abiertas muy cuidadosas, pero, por lo general, lo mejor es despedirse y llamar otro día.

Lo mejor es cortar lo antes posible, pues, a no ser que puedas hacer algo positivo para contrarrestar la razón de su actitud, no conseguirás nada hablando.

Si tu interlocutor se siente feliz, alégrate por él y aprovecha esta situación para intentar alcanzar la meta que te has propuesto al llamarle por teléfono

Responden con evasivas e intentan aplazar las decisiones

Se mostrará de acuerdo con todo lo que se le diga, pero luego será difícil llevar las cosas a feliz término