Señor, Dios Sabaot, ¿quién como tú? Poderoso señor, tu fidelidad te envuelve.
Al ver la fé de aquella gente, Jesús dijo al paralítico: Hijo, se te perdonan tus pecados.
Pero el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en un chorro que salta hasta la vida eterna.
Un día se fue a su pueblo y enseño a la gente en su sinagoga. Todos quedaban maravillados y se preguntaban: "¿De dónde viene esa sabiduría? ¿Y de dónde esos milagros?.
Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quien devorar.
Él les contestó: ¿y por qué me buscaban?, ¿No saben que yo debo de estar donde mi padre?.
Sométanse, pues, a Dios; resistan al diablo y huirá de ustedes.
Lucas 2:49
Mateo 13:54
Santiago 4:7
Marcos 2:5
Juan 4:14
1 Pedro, 5:8
Salmo 89:9