Compromiso
Rigidez
Visión a largo plazo
Problemas de financiación
Rapidez en la toma de decisiones
Conflictos emocionales
Cultura estable
Sucesión
Conocimiento y comunicación
Flexibilidad en el trabajo
Liderazgo y legitimidad
La renuencia de las empresas familiares a la financiación ajena supone una traba o un freno para aprovechar oportunidades de crecimiento.
El sistema familiar se rige por las emociones y el empresarial está basado en la racionalidad.
Información que suele estar protegidos y mantenida en secreto dentro de la empresa familiar, con el motivo de que no sean imitados por sus competidores.
Las empresas familiares se caracterizan por la estabilidad en diferentes áreas, tales como en la estructura organizativa, el rendimiento y la cultura; por lo general todos saben cómo se deben hacer las cosas.
En este traspaso de una generación a otra se pone en juego la continuidad de la empresa familiar.
Los miembros tienen una responsabilidad familiar en común, por lo que están dispuestos a dedicar más tiempo y energía en el trabajo.
Normalmente está centralizada y limitada a un familiar o un grupo muy reducido de miembros de la familia.
La familia emplea el tiempo necesario para llevarlo a cabo tareas, sin percibir a cambio bonificaciones ni horas extras.
Las empresas familiares tienen un principal objetivo que es construir un legado duradero para sus descendientes y que la empresa continúe activa a través de las generaciones.
No se debe caer en la tentación de pensar que un sucesor, por el mero hecho de pertenecer a la familia, tiene suficientes capacidades para hacerse cargo de las futuras responsabilidades.
En las empresas familiares normalmente se hacen las mismas cosas, de la misma manera y durante mucho tiempo, siendo resistentes al cambio porque siempre les ha ido bien tal y como lo hacen.