Saber en qué punto estamos y saber definir el campo a seguir
Saber a dónde se quiere llegar
Saber actuar, autoevaluar y corregir
Es necesario tener la capacidad para definir cuál es la situación actual y qué tan distante está la meta a alcanzar. Implica diseñar las estrategias para saber cómo llegar a eso que nos proponemos.
Tiene que contener un objetivo o propósito claramente definido. De lo contrario, cualquier estrategia carece de sentido.
Está relacionado con las acciones concretas y puntuales a desarrollar, llamado también: táctica.