Cuidar y mimar el templo físico mediante elecciones sanas y beneficiosas (Ejercicio, comida, descanso, di versión, etc.)
ACEPTAR QUE TENEMOS EL PODER DE TRANSFORMAR NUESTRAS VIDAS Y ACTUAR.
Tomar decisiones, establecer prioridades y ser perseverantes.
TOMAR TIEMPO PARA ESTAR A SOLAS CON NOSOTROS MISMOS, ESCUCHARNOS.
Aceptarnos tal y como somos ahora.
Saber tomar riesgos sin importar los resultados, apostar por nuestros sueños y aceptar los desafíos de la vida.
Ser sinceros con nosotros mismos, ser auténticos, marcarnos límites.
Decir “NO” cuando queremos decir “NO”.
TENER PACIENCIA CON NOSOTROS MISMOS, CON NUESTROS CAMBIOS Y PROCESOS.