Rostro pálido e hinchado; edema alrededor de los ojos, no muestra fóvea a la compresión; cabello y cejas secas; piel está seca.
Cabeza alargada; prominencia ósea de la frente, nariz y mandíbula y tejidos blandos crecen; las características faciales son generalmente toscas.
Facie llorosa; inexpresiva; boca entreabierta; risa y llanto inextinguibles.
Ptosis bilateral del párpado superior; los que lo padecen tienen que echar la cabeza hacia atrás y fruncir fuertemente el músculo frontal para poder ver.
Cara con aspecto apático; embrutecido; la mímica desaparece; ojos desorbitados; mandíbula se cae flojamente y saliva se escapa por el ángulo de la boca.
Disminución de la movilidad facial y facies de máscara, con disminución de parpadeo y mirada fija característica. La piel facial se vuelve oleosa y puede haber sialorrea.
Se acompañan de típicos adenomas sebáceos. Son nodulillos del tamaño de cabezas de alfiler o lentejas de color amarillento, de disposición paranasal, en alas de mariposa.
Cara edematosa y pálida. Por lo general aparece edema, primero alrededor de los ojos por la mañana y cuando es grave los ojos se convierten en hendiduras.
La cara es asimétrica, salvo si la parálisis es bilateral. En el lado paralizado, las arrugas de la frente se borran y el ojo más abierto que el sano.
Amimia y signos oculares que confieren al enfermo un aspecto comparado a la facies hipertiroidea. Se observa sialorrea, aumento de secreción sebácea en la cara y tics.