El día que el mar se quedó sin color
Una mañana la noticia recorrió el Reino. El mar se había quedado sin color.
En lugar del azul turquesa, que cambiaba de intensidad a lo largo del día, ahora sólo se veía el color amarillo de la arena o el gris de las rocas.
Los asustados peces nadaban nerviosos haciendo remolinos, creyendo que estaban en una pecera en lugar de nadar en el mar.
Los pulpos agitaban sus tentáculos soltando chorros de tinta, las merluzas abrían los ojos tratando de entender qué estaba ocurriendo, y los cangrejos corrían a enterrarse en la arena hasta que todo hubiese pasado.
Mientras los emisarios del rey recorrían el mundo, la princesa no dejaba de llorar los ciudadanos del reino empezaron a murmurar. Una mañana llegó a la playa un joven de aspecto extravagante. El pelo larguísimo y la abundante barba solo dejaban ver unos ojos muy azules, cuando se acercó a la orilla todos le abrieron paso asombrados por el brillo de su mirada, el joven viajero se quedó de pie frente al mar, mirando intensamente el oleaje transcurrieron los días y el seguía mirando al mar sin hablar, sin moverse y poco a poco el mar fue recuperando su color ¿cómo pudiste devolver el color al mar? le pregunto el rey tanto tiempo lo mire, con tanto empeño que al final, las aguas pudieron atrapar en mis ojos el color azul que se le Había escapado.
Autor: El Reino Azul
En lugar del azul turquesa, que cambiaba de intensidad a lo largo del día, ahora sólo se veía el color amarillo de la arena o el gris de las rocas.
Los asustados peces nadaban nerviosos haciendo remolinos, creyendo que estaban en una pecera en lugar de nadar en el mar.
Los pulpos agitaban sus tentáculos soltando chorros de tinta, las merluzas abrían los ojos tratando de entender qué estaba ocurriendo, y los cangrejos corrían a enterrarse en la arena hasta que todo hubiese pasado.
Mientras los emisarios del rey recorrían el mundo, la princesa no dejaba de llorar los ciudadanos del reino empezaron a murmurar. Una mañana llegó a la playa un joven de aspecto extravagante. El pelo larguísimo y la abundante barba solo dejaban ver unos ojos muy azules, cuando se acercó a la orilla todos le abrieron paso asombrados por el brillo de su mirada, el joven viajero se quedó de pie frente al mar, mirando intensamente el oleaje transcurrieron los días y el seguía mirando al mar sin hablar, sin moverse y poco a poco el mar fue recuperando su color ¿cómo pudiste devolver el color al mar? le pregunto el rey tanto tiempo lo mire, con tanto empeño que al final, las aguas pudieron atrapar en mis ojos el color azul que se le Había escapado.
Autor: El Reino Azul
Edad recomendada: 8 años
Creada por
Jairo Alonso Montoya Crespo
Colombia
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