Salida a la granja
SALIDA A LA GRANJA
En la casa mucho antes de que sonara el despertador, Manuel ya había abierto sus ojos. La ansiedad de estar a tiempo en el colegio lo mantuvo casi despierto toda la noche. Había organizado una y dos veces en el morral los objetos que, según la lista entregada por la profesora Mary, era necesario llevar. Todo estaba listo. - ¡Manuel, ya son las 5:30, es hora de levantarse!, dijo la mamá. - ¿Está lista mi lonchera? - No, todavía falta el jugo. Ya en la puerta de la casa, Manuel se despide y la mamá le da algo de dinero. - Ten mucho cuidado y no vayas a botar el dinero. - No te preocupes mamá. Hacia el colegio, todo era una fiesta. - Hola Manuel, ¿Qué trajiste? - Mmm…, ahora les cuento. - Muchachos, suban en orden, si no llega ahora, la dejará el bus. Juan le hizo una señal con los ojos a Manuel, para advertirle que allí estaba, pero sólo una voz lo tranquilizó. – Buenos días profesora, le recomiendo a Dianita. Diana subió al bus, caminó por el pasillo y buscó su número de silla. ¿Qué tal Manuel? Creo que me toca contigo. Manuel recogió un poco las piernas y la dejó pasar.
En la casa mucho antes de que sonara el despertador, Manuel ya había abierto sus ojos. La ansiedad de estar a tiempo en el colegio lo mantuvo casi despierto toda la noche. Había organizado una y dos veces en el morral los objetos que, según la lista entregada por la profesora Mary, era necesario llevar. Todo estaba listo. - ¡Manuel, ya son las 5:30, es hora de levantarse!, dijo la mamá. - ¿Está lista mi lonchera? - No, todavía falta el jugo. Ya en la puerta de la casa, Manuel se despide y la mamá le da algo de dinero. - Ten mucho cuidado y no vayas a botar el dinero. - No te preocupes mamá. Hacia el colegio, todo era una fiesta. - Hola Manuel, ¿Qué trajiste? - Mmm…, ahora les cuento. - Muchachos, suban en orden, si no llega ahora, la dejará el bus. Juan le hizo una señal con los ojos a Manuel, para advertirle que allí estaba, pero sólo una voz lo tranquilizó. – Buenos días profesora, le recomiendo a Dianita. Diana subió al bus, caminó por el pasillo y buscó su número de silla. ¿Qué tal Manuel? Creo que me toca contigo. Manuel recogió un poco las piernas y la dejó pasar.
Edad recomendada: 10 años
Creada por
Liliana Rincón
Colombia