ADN y ARN son los ácidos nucleicos que conforman la base de nuestro genoma. Estas dos biomoléculas determinan lo que somos como especie y en buena medida, lo que somos como individuos.
Sin embargo, el reconocimiento del que hoy gozan ADN y ARN llevó décadas de investigación científica. Nadie quería creer que unas moléculas relativamente sencillas fueran la base de la vida, para un rol tan importante lucía mejor una proteína con sus muchos aminoácidos.
ADN:
El ácido desoxirribonucleico (ADN) es un ácido nucleico que contiene toda la información genética hereditaria que sirve de “manual de instrucción” para desarrollarnos, vivir y reproducirnos.
El ADN se encuentra en el núcleo de las células, aunque una pequeña parte también se localiza en las mitocondrias, de ahí los términos ADN mitocondrial y ADN nuclear.
El ADN como ácido nucleico está compuesto por estructuras más simples, las bases nitrogenadas. Estas son 4:
- Adenina
- Guanina
- Citosina
- Timina
El orden que adoptan estas bases determinará nuestro código genético.
ARN:
El ARN o ácido ribonucleico es el otro tipo de ácido nucleico que posibilita la síntesis de proteínas. Si bien el ADN contiene la información genética, el ARN es el que permite que esta sea comprendida por las células.
Está compuesto por una cadena simple, al contrario del ADN, que tiene una doble cadena.