Antena Biónica
Malmierca aproxima los colores y los sonidos con un ejemplo: “imagina que una persona viera en blanco y negro: aún así, podría distinguir entre un gato y un hombre”. Según el investigador, algo parecido ocurre cuando una persona no escucha bien, que oye “en blanco y negro”. Casualidad o no, el símil va más allá de una ocurrente idea, porque existe un caso real en el que la tecnología ha permitido mezclar ambos tipos de percepciones.
“Conocí a Neil Harbisson a través de un amigo y me dijo que estaba buscando un ingeniero para desarrollar una nueva versión de su proyecto Eyeborg”, cuenta Matías Lizana, un informático catalán que aplica sus conocimientos en inteligencia a la artificial a la música y el mundo multimedia. Eyeborg es el nombre del dispositivo que utiliza la persona a la que se refiere Lizana, un artista también catalán, que nació con acromatopsia, una disfunción congénita que le impedía distinguir más tonalidades que el blanco y el negro.
Se trata de un chip o microprocesador que Harbisson lleva implantado y que se conecta, además a una batería que debe recargar, a una cámara y unos auriculares. “El sensor que llevo delante capta las frecuencias de luz de cada color y el chip las transforma en sonidos”, explica el artista. Él mismo definió la relación entre cada tonalidad y su firma sonora, es de esta forma con la que él logra "escuchar los colores", e identifica los mismos en su entorno.
EL ‘cyborg’ catalán cree que la principal desventaja de tener “una parte cibernética” en el cuerpo es la dependencia de la electricidad. “Aún tengo que enchufarme, pero ya estamos trabajando para que en vez de energía externa pueda usar la generada por mi propio flujo sanguíneo”. Para ello, quiere implantarse una diminuta turbina dentro de una de las venas de su cuello.
“Conocí a Neil Harbisson a través de un amigo y me dijo que estaba buscando un ingeniero para desarrollar una nueva versión de su proyecto Eyeborg”, cuenta Matías Lizana, un informático catalán que aplica sus conocimientos en inteligencia a la artificial a la música y el mundo multimedia. Eyeborg es el nombre del dispositivo que utiliza la persona a la que se refiere Lizana, un artista también catalán, que nació con acromatopsia, una disfunción congénita que le impedía distinguir más tonalidades que el blanco y el negro.
Se trata de un chip o microprocesador que Harbisson lleva implantado y que se conecta, además a una batería que debe recargar, a una cámara y unos auriculares. “El sensor que llevo delante capta las frecuencias de luz de cada color y el chip las transforma en sonidos”, explica el artista. Él mismo definió la relación entre cada tonalidad y su firma sonora, es de esta forma con la que él logra "escuchar los colores", e identifica los mismos en su entorno.
EL ‘cyborg’ catalán cree que la principal desventaja de tener “una parte cibernética” en el cuerpo es la dependencia de la electricidad. “Aún tengo que enchufarme, pero ya estamos trabajando para que en vez de energía externa pueda usar la generada por mi propio flujo sanguíneo”. Para ello, quiere implantarse una diminuta turbina dentro de una de las venas de su cuello.
Edad recomendada: 15 años
Creada por
Juliana Villegas
Colombia
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