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Sabemos que Dios le habló a Moisés, pero este no sabemos de dónde ha salido”. El hombre les respondió: “Esto sí que es increíble, que él me haya abierto los ojos y ustedes no sepan de dónde ha salido. Sabemos que Dios no escucha a pecadores, pero al que teme a Dios y hace su voluntad, a ese sí lo escucha. En toda la historia, jamás se ha oído que alguien le abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si este hombre no fuera de Dios, no podría hacer nada”. Entonces, le dijeron: “Tú, que naciste lleno de pecado, ¿pretendes darnos lecciones a nosotros?”. Y lo echaron.

Después de estas cosas, el Señor eligió a otros 70 y los envió delante de él de dos en dos a todas las ciudades y lugares adonde él mismo iba a ir.

Pónganse bajo mi yugo y aprendan de mí, porque soy apacible y humilde de corazón. Conmigo encontrarán alivio.

Una vez más, él entró en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Los fariseos no le quitaban los ojos de encima a Jesús para ver si curaba a ese hombre en sábado y así poder acusarlo. Entonces Jesús le pidió al hombre que tenía la mano paralizada: “Levántate y ven aquí al centro”. Luego les dijo: “¿Qué está permitido en sábado? ¿Hacer el bien, o hacer daño? ¿Salvar una vida, o quitar una vida?”. Pero ellos se quedaron callados. Y Jesús, después de mirar con indignación a los que estaban a su alrededor y sintiéndose muy dolido al ver que tenían el corazón tan duro, le dijo al hombre: “Extiende la mano”. Cuando él la extendió, la mano se le recuperó. Entonces los fariseos salieron de allí y de inmediato empezaron a reunirse con los miembros del partido de Herodes para planear la muerte de Jesús.

Cuando llegó a la región de Cesarea de Filipo, Jesús les preguntó a sus discípulos: “Según dice la gente, ¿quién es el Hijo del Hombre?”. Ellos le respondieron: “Algunos dicen que es Juan el Bautista. Otros dicen que es Elías. Y otros, que es Jeremías o algún otro profeta”.15Él les dijo: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy?”.16Simón Pedro le contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”.