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lengua

jack

practica del lenguaje

jack y las habichuelas mágicas

Edad recomendada: 8 años

5 veces realizada

Creada por

Miriam Santillán

Argentina

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1

Marce Bellomo

12 de Febrero de 2021

00:40

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0

puntuacion
2

Biblioteca María Elena Walsh

25 de Abril de 2022

01:27

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Relacionar Columnas Recordamos la historia Jack y Versión en línea Uní el texto con la imagen que corresponda. por Miriam Santillán 1 Jack se acercó al castillo. 2 Jack apenas tocó el piso, se puso a cortar con un hacha el tallo. El ogro, se cayó en la tierra y se hundió. Nadie supo nunca nada de él. En cuanto a Jack, se divirtió con su nueva arpa y, gracias a los huevos de oro, él y su madre no tuvieron más necesidades. 3 Entonces, Jack le contó que había cambiado la vaca, por un puñado de semillas de habichuelas mágicas que un viejo ofrecía en el camino hacia el pueblo. 4 Antes de irse decidió llevarse una bolsa llena de monedas. Quería darle el dinero a su madre para que lo perdonara por no haber vendido la vaca. 5 Había una vez una pobre viuda que vivía sola con su hijo, en una pequeña cabaña. 6 Antes de que su madre pudiera llamarlo, se escapó por la ventana y se trepó en la enorme planta. Subió y subió hasta pasar las nubes. 7 Cuando llegó el ogro, le pidió a su mujer la comida del día y se sentó a devorar la. 8 Nuevamente encontró parada frente a la puerta a la enorme mujer que lo miraba más que sorprendida. 9 Despacio, en puntas de pie, se acercó a la sala de los tesoros. Estaba decidido a llevarse el ganso de los huevos de oro. Lo tomó y salió rápido hacia la planta de habichuelas. 10 Jack aprovechó el momento para salir. Despacio, en puntas de pie, se acercó al ogro que roncaba como un trueno, para llevarse el arpa. Al igual que las dos veces anteriores, tomó el tesoro y se encaminó a la puerta. 11 Cuando Jack estaba disfrutando de la comida sintieron un fuerte temblor: Jack dejó de comer y se escondió, por tercera vez, en el horno

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por Miriam Santillán

Jack se acercó al castillo.

Jack apenas tocó el piso, se puso a cortar con un hacha el tallo. El ogro, se cayó en la tierra y se hundió. Nadie supo nunca nada de él. En cuanto a Jack, se divirtió con su nueva arpa y, gracias a los huevos de oro, él y su madre no tuvieron más necesidades.

Entonces, Jack le contó que había cambiado la vaca, por un puñado de semillas de habichuelas mágicas que un viejo ofrecía en el camino hacia el pueblo.

Antes de irse decidió llevarse una bolsa llena de monedas. Quería darle el dinero a su madre para que lo perdonara por no haber vendido la vaca.

Había una vez una pobre viuda que vivía sola con su hijo, en una pequeña cabaña.

Antes de que su madre pudiera llamarlo, se escapó por la ventana y se trepó en la enorme planta. Subió y subió hasta pasar las nubes.

Cuando llegó el ogro, le pidió a su mujer la comida del día y se sentó a devorar la.

Nuevamente encontró parada frente a la puerta a la enorme mujer que lo miraba más que sorprendida.

Despacio, en puntas de pie, se acercó a la sala de los tesoros. Estaba decidido a llevarse el ganso de los huevos de oro. Lo tomó y salió rápido hacia la planta de habichuelas.

Jack aprovechó el momento para salir. Despacio, en puntas de pie, se acercó al ogro que roncaba como un trueno, para llevarse el arpa. Al igual que las dos veces anteriores, tomó el tesoro y se encaminó a la puerta.

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Jack se acercó al castillo.

Jack apenas tocó el piso, se puso a cortar con un hacha el tallo. El ogro, se cayó en la tierra y se hundió. Nadie supo nunca nada de él. En cuanto a Jack, se divirtió con su nueva arpa y, gracias a los huevos de oro, él y su madre no tuvieron más necesidades.

Entonces, Jack le contó que había cambiado la vaca, por un puñado de semillas de habichuelas mágicas que un viejo ofrecía en el camino hacia el pueblo.

Antes de irse decidió llevarse una bolsa llena de monedas. Quería darle el dinero a su madre para que lo perdonara por no haber vendido la vaca.

Había una vez una pobre viuda que vivía sola con su hijo, en una pequeña cabaña.

Antes de que su madre pudiera llamarlo, se escapó por la ventana y se trepó en la enorme planta. Subió y subió hasta pasar las nubes.

Cuando llegó el ogro, le pidió a su mujer la comida del día y se sentó a devorar la.

Nuevamente encontró parada frente a la puerta a la enorme mujer que lo miraba más que sorprendida.

Despacio, en puntas de pie, se acercó a la sala de los tesoros. Estaba decidido a llevarse el ganso de los huevos de oro. Lo tomó y salió rápido hacia la planta de habichuelas.

Jack aprovechó el momento para salir. Despacio, en puntas de pie, se acercó al ogro que roncaba como un trueno, para llevarse el arpa. Al igual que las dos veces anteriores, tomó el tesoro y se encaminó a la puerta.

Cuando Jack estaba disfrutando de la comida sintieron un fuerte temblor: Jack dejó de comer y se escondió, por tercera vez, en el horno