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El investigador reconoce sus supuestos, perspectivas y vivencias en torno a este fenómeno. Esto con el fin de dejarlos "en paréntesis" durante su estudio.

A partir de las descripciones texturales y estructurales, el investigador compone una descripción que presenta la "esencia" del fenómeno. Primeramente, se centra en las experiencias comunes. Es decir, en su estructura subyacente (el duelo es el mismo cuando el amado es un perro, un perico o un bebé).

En el análisis de datos se identifican las frases significativas relacionadas con el fenómeno de estudio. Después el investigador crea unidades de significado a partir de las frases significativas.

Se les pregunta a los participantes principalmente: ¿Qué has experimentado en términos del fenómeno? ¿Qué contextos o situaciones han influenciado o afectado tus experiencias en torno a este fenómeno?

El investigador determina si para el problema de investigación se requiere usar la tradición o aproximación fenomenológica.

Se recolectan datos de los inviduos que han experimentado el fenómeno. Generalmente consiste entre 5 a 25 entrevistas a profundidad. Aunque otras formas de recolección provienen de observaciones o documentos.

Se identifica un fenómeno de interés a estudiar, por ejemplo: ser padre primerizo, profesionalismo, ira, ser acosado, etc.

Las frases significativas y unidades de significado son usadas para escribir una descripción sobre qué han experimentado los participantes (descripción textural). Además el investigador escribe la descripción del contexto y las condiciones que influenciaron sus experiencias (descripción estructural).