Abarca la confianza, la seguridad y el respeto, involucra actitudes, condiciones y medidas que incentiven y faciliten un desarrollo armónico e integral de los niños, las niñas y adolescentes, en relación con sus pares, profesores y demás personas que trabajan en la institución educativa. Dicho desarrollo armónico e integral abarca la dimensión física, psicológica, social, intelectual y espiritual de la persona.