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Disfrutar del tiempo que pasas con otras personas. Internet no puede sustituir a los momentos reales que se pasan con los demás. Escribir mensajes o estar pendiente del teléfono en compañía de otras personas es un hábito que hace que no se preste atención a nuestros acompañantes.

No se debe poner el móvil encima de la mesa. Si se espera una llamada urgente uno puede avisar de esa situación a la familia y/o amigos, y si se debe atender una llamada sin remedio se atiende pero antes hay que excusarse con los comensales.

Apagar el móvil en cines, comidas, clases, reuniones con amigos… En ese momento uno está disfrutando de una película o de una comida, trabajando o atendiendo una clase. Hay personas al alrededor que merecen respeto.

Cuando se escribe un mensaje o se llama a alguien, hay que entender el receptor o receptores pueden estar ocupados; cruzando una calle, en el cine, en clase… o simplemente que no tengan el móvil a mano, por lo tanto contestarán más tarde. Se debe ser paciente.

En algunas escuelas está prohibido su utilización pero cada vez son más las provincias que creen que bien gestionado su uso dentro de las aulas, el teléfono móvil puede ser muy útil para según qué actividades.

En la escuela, en medios de transporte y en lugares públicos silencia el móvil. Cuando se viaja con el teléfono está prohibido conducir y utilizarlo.