Surcó la Bahía de las Focas, sin perder de vista la tierra en ningún momento. Cuando Dareon cantaba El Oso y la Doncella, todos los remeros la coreaban y esta, parecía volar sobre las aguas. El barco dejó atrás la tierra firme y puso rumbo al este, cruzando la Bahía de las Focas hacia la costa sur de Skagos, hacia el Mar Angosto.