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Funciones del lenguaje

" Desde la infancia me encantaba leer, y todos mis ahorrillos los gastaba en libros. Sobre todo me fascinaban los libros de viajes. Lo primero que compré fueron las obras de Bunyan en tomos sueltos. Más tarde los revendí, y, con lo que saqué, me compré las colecciones históricas de R. Burton, que eran pequeños volúmenes, en número de cuarenta o cincuenta. La pequeña biblioteca de mi padre se componía principalmente de libros de apologética religiosa, que yo leí en su mayor parte. A menudo he lamentado que en aquella época, en la que sentía tanta avidez por saber, no dispusiera de libros más idóneos, sobre todo una vez que se decidió no prepararme para la carrera eclesiástica. Entre aquellos libros figuraban las Vidas de Plutarco, que leí con fruición y que pienso que no me hicieron perder el tiempo. También había un libro de Defoe titulado Essay on Projects y otro del doctor Mather titulado Essays to do Good, que quizás influyeran en mi forma de actuar ante algunos de los más importantes acontecimientos de mi vida posterior."

¡Oh Duomo de Milán! Yo te asusté rozando con mi ala de gavilán tus hendeduras monstruosas de secular escollera… Yo soy, dices, un milanés que va demasiado aprisa. Es en verdad tu ternura medrosa lo que colorea de amarillo y rojo y de negro y de verde y de blanco la piel transparente de tus vitrales camaleónicos. Soy yo quien te irrita, cada noche, lanzando la pelota de mi corazón más alto que tu virgencita dorada.

Escrito en primera persona, cuenta toda su vida, narración subjetiva

Yo emprendo escribir mi vida pública -puede ser que mi amor propio acaso me alucine- con el objeto que sea útil a mis paisanos, y también con el de ponerme a cubierto de la maledicencia; porque el único premio a que aspiro por todos mis trabajos, después de lo que espero de la misericordia del Todopoderoso, es conservar el buen nombre que desde mis tiernos años logré en Europa, con las gentes con quienes tuve el honor de tratar cuando contaba con una libertad indefinida, estaba entregado a mí mismo, a distancia de dos mil leguas de mis padres, y tenía cuanto necesitaba para satisfacer mis caprichos. El lugar de mi nacimiento es Buenos Aires; mis padres, don Domingo Belgrano y Peri conocido por Pérez, natural de Onella, y mi madre, doña María Josefa González Casero, natural también de Buenos Aires. La ocupación de mi padre fue la de comerciante, y como le tocó el tiempo del monopolio, adquirió riquezas para vivir cómodamente y dar a sus hijos la educación mejor de aquella época.

Cassius Marcellus Clay el boxeador que cambió su nombre por el de Muhammad Ali, se inició en la práctica del boxeo a la edad de 12 años cuando alguien le robó su bicicleta y un oficial de policía le aconsejó que aprendiera a pelear. Seis años después, su carrera como aficionado arrojaba un balance de 108 victorias y 8 derrotas

Me hallaba de vocal en la Junta provisoria, cuando en el mes de agosto de 1810, se determinó mandar una expedición al Paraguay, en atención a que se creía que allí había un gran partido por la revolución, que estaba oprimido por el gobernador Velasco y unos cuantos mandones, y como es fácil persuadirse de lo que halaga, se prestó crédito al coronel Espínola, de las milicias de aquella provincia, que al tiempo de la instalación de la predicha junta se hallaba en Buenos Aires. Fue con pliegos, y regresó diciendo que con 200 hombres era suficiente para proteger el partido de la revolución, sin embargo de que fue perseguido por sus mismos paisanos, y tuvo que escaparse a uña de buen caballo, aun batiéndose no sé en qué punto para libertarse.

Componentes del circuito de enunciación

Autobiografía

Retrato

Autobiografía

Memoria

Estética Referencial Apelativa Emotiva Metalingüística

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Memoria

Biografía

Enunciador Receptor código canal mensaje referente

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