1
Zumba que te zumba, se oye mi son, en las noches navideñas, hasta que aparece el sol.
2
Puedo ser alegre o triste, según quien me toque esté: con que me rasgues las cuerdas, buen sonido emitiré.
3
Soy bella, soy muy fuerte; cuando hablo todos me oyen y tengo un solo diente que muevo constantemente
4
Mis caras redondas, ¡qué estiradas son! a fuerza de golpes, así canto yo.
5
Con tan sólo cuatro cuerdas, que un arco pone en acción, esta caja melodiosa te alegrará el corazón.
6
Cien amigos tengo, todos en una tabla, si yo no los toco, ellos no me hablan
7
Tengo un sonido tan suave, que ángeles tocan en mí; mis cuerdas acompañaron los salmos del rey David.