24.
El bipartidismo colombiano ha funcionado en realidad como un sistema multipartidista debido a una rica tradición de lucha fraccional. En Colombia, como en Uruguay, las fracciones partidistas eran entidades políticas con mayor grado de disciplina y cohesión que los propios partidos que no eran mas que dos subculturas políticas tras los cuales se movían los aparatos políticos reales. Para todos los efectos prácticos, el MRL (movimiento revolucionario liberal) o el Unionismo laureanista eran partidos en si mismo. Cada uno tenia sus directorios nacionales, departamentales y municipales, su bancada parlamentaria y su programa de gobierno. Estos dos factores explican el fracaso histórico de todos los intentos de crear “terceras fuerzas” hasta, si acaso, la última mitad del siglo XX. Por una parte, la inmensa mayoría de los colombianos se adhería a uno y otro partido siendo la población disponible para otros proyectos políticos muy limitada. Por otra parte, en su rico juego fraccional, los partidos lograban reunir una amplia gama ideológica que cubría todo el espectro ideológico: desde la derecha hasta la izquierda. Desde Gabriel Turbay hasta Gerardo Molina, pasando por Jorge Eliecer Gaitán. Entre 1920 y 1950 hubo muchos intentos de crear terceras fuerzas, pero, todas fueron cooptadas por los partidos tradicionales. El único sobreviviente fue el partido comunista, que ha logrado sobrevivir desde los años 1930. Un ciudadano, al leer la información anterior, explica a otros que el panorama político bipartidista en la actualidad no ha cambiado, porque el Partido Liberal y el Partido Conservador aún son los partidos tradicionales que dominan el escenario político y limitan a otros posibles partidos. El argumento de este ciudadano es: