1.
(I) El ser humano tiene la racionalidad suficiente para discriminar entre la verdad y la falsedad. (II) Nos ha prometido, como indemnización, la justicia de la historia. (III) Se parece un poco al paraíso católico, que sirve para que los miserables cándidos que se mueren de hambre es esta tierra no se impacienten.(IV) Sufrid, hermanos, comed vuestro pan seco, acostaos en la dura piedra mientras los afortunados de este mundo duermen sobre plumas y se alimentan de exquisiteces. (V) Por mí, de acuerdo; pero espero que la historia deje de lado la objetividad.