1.
Cuando haya pasado este mundo, los que hayan acogido a Dios en su vida y se hayan abierto sinceramente a su amor, por lo menos en el momento de la muerte, podrán gozar de la plenitud de comunión con Dios, meta de la existencia humana.
A
cielo
B
infierno
C
purgatorio
2.
«Esta vida perfecta con la santísima Trinidad, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados, es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado definitivo de dicha».
A
Cielo
B
Infierno
C
Purgatorio
3.
El «cielo», cuando va unido a la «tierra», indica una parte del universo. La Escritura dice: «En un principio creó Dios el cielo y la tierra»
A
En lenguaje bíblico
B
En el Catecismo
C
En el Apocalipsis
4.
El cielo como morada de Dios, se distingue de los hombres. Dios, desde lo alto del cielo, ve y juzga y baja cuando se le invoca. Dios ni se identifica con el cielo ni puede ser encerrado en el cielo.
A
En sentido metafórico
B
En sentido literal
C
Ninguna es correcta
5.
Profundiza la idea del cielo. Los creyentes, amados de modo especial por el Padre, son resucitados con Cristo y hechos ciudadanos del cielo.
A
El Nuevo Testamento
B
El Antiguo Testamento
C
El Apocalipsis
6.
«Después nosotros, los que vivamos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos (los muertos resucitados), al encuentro del Señor ». La participación en la intimidad con el Padre, después de nuestra vida terrena, pasa por la inserción en el
A
Misterio pascual de Cristo.
B
Cielo
C
Ninguna es correcta
7.
El «cielo» o la «bienaventuranza» en la que nos encontraremos, es una relación viva y personal con la santísima Trinidad, no son una abstracción, ni tampoco
A
un lugar físico entre las nubes
B
un lago de paz
C
ambas son correctas
8.
Hoy el lenguaje personalista logra reflejar mejor la situación de felicidad y paz en que nos situará la comunión definitiva con Dios. Es precisacierta sobriedad al describir estas realidades últimas, ya que su representación resulta siempre
A
Inadecuada
B
Correcta
C
Ninguna es correcta
9.
«Por su muerte y su resurrección, Jesucristo nos ha abierto» el cielo. El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están perfectamente incorporados a él». Lo dice el
A
Catecismo de la Iglesia católica
B
Antiguo Testamento
C
Ambas son correctas
10.
En la vida sacramental, cuyo centro es la Eucaristía, en el don de sí mismo por la caridad fraterna. Si sabemos gozar ordenadamente de los bienes que el Señor nos regala, experimentaremos ya la alegría y la paz de que un día gozaremos plenamente.